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El agua dulce es un recurso escaso en nuestro planeta, pero ¿cuántos de nosotros sabemos cuánta agua se necesita para elaborar los alimentos que comemos todos los días?
Probablemente sepa que las decisiones que tomamos como consumidores afectan a la cantidad de dióxido de carbono que se produce por nuestra causa – y entonces nos preguntamos cómo podemos tratar de disminuir nuestra «huella de carbono». Pero, ¿alguna vez ha pensado cuánta agua se consume al elaborar los artículos que usamos a diario? El agua dulce es un recurso limitado en nuestro planeta; de hecho, la escasez de agua dulce es uno de los problemas mundiales más urgentes. Por tanto, es importante que todos seamos más conscientes de nuestra «huella hídrica», que mide la cantidad de agua utilizada para producir cada uno de los bienes y servicios que utilizamos.
Aunque la gente se está dando cuenta de los grandes volúmenes de agua que se necesitan para producir algunos de los artículos que usamos (como pantalones vaqueros o camisetas de algodón), quizás haya menos conciencia del enorme impacto que los alimentos tienen en nuestra huella hídrica personal. De hecho, es, con mucho, el factor más importante: casi el 80% de la huella hídrica de una persona está relacionada con los alimentos que consume. Como profesor de ciencias, este hecho asombroso me inspiró para crear conciencia entre mis alumnos sobre la cantidad de agua que se usa en la producción de alimentos – y sobre la necesidad de tomar alimentos que en su preparación no conlleven un gasto elevado de agua y, por supuesto, evitar el desperdicio de alimentos siempre que sea posible.
Las actividades descritas en este artículo permiten a los estudiantes explorar la amplia variación en las huellas hídricas asociadas con diferentes alimentos y luego aplicar este conocimiento para descubrir la huella hídrica de «fiambreras» ya preparadas con distintos contenidos. Las discusiones previstas, después de las actividades, pueden animar aún más a los estudiantes a aplicar lo que han aprendido en clase a sus propias elecciones dietéticas de la vida real en la escuela y en el hogar. Los cálculos involucrados en la evaluación de la huella hídrica de las fiambreras hay que hacerlos con cierto cuidado.
En esta actividad, los estudiantes adivinan la huella hídrica de algunos alimentos comunes antes de solicitar las respuestas a su docente. Esto puede llevarse a cabo con o sin búsquedas en internet, ya que se provee las respuestas en la actividad misma. Los estudiantes pueden trabajar individualmente o en grupos, en forma remota o presencial.
Alimento | Cantidad | ¿Huella hídrica? |
---|---|---|
Chocolate | 1 barra (100 g) | |
Pan | 100 g | |
Pasta (cruda) | 100 g | |
Pollo (cocido) | 100 g | |
Carne de res (cocida) | 100 g | |
Hamburguesa | Hamburguesa de 120 g con pan y guarnición | |
Manzana | 1 mediana (150 g) | |
Leche | 1 vaso (300 ml) | |
Cerveza | 1 vaso grande (500 ml) | |
Té (sin leche ni azúcar) | 1 taza grande (250 ml) | |
Café (sin leche ni azúcar) | 1 taza pequeña (125 ml) |
A: 1–50 litros
B: 50–100 litros
C: 100–200 litros
D: 200–500 litros
E: 500–1000 litros
F: 1000–2000 litros
G: más de 2000 litros
2. Cuando los estudiantes hayan entregado los valores que han adivinado, provea las respuestas que se encuentran en el cuadro 2.
Alimento | Cantidad | Huella hídrica (litros) |
---|---|---|
Chocolate | 1 barra (100 g) | F (1700) |
pan | 100 g | C (130) |
Pasta (cruda) | 100 g | C (141) |
Pollo (cocido) | 100 g | D (433) |
Carne de res (cocida) | 100 g | F (1540) |
Hamburguesa | Hamburguesa de 120 g con pan y guarnición | G (2400) |
Manzana | 1 mediana (150 g) | C (123) |
Leche | 1 vaso (300 ml) | D (306) |
Cerveza | 1 vaso grande (500 ml) | C (148) |
Té (sin leche ni azúcar) | 1 taza grande (250 ml) | A (30) |
Café (sin leche ni azúcar) | 1 taza pequeña (125 ml) | C (130) |
Es importante enfatizar que estos números son aproximados y que pueden variar mucho con distintos alimentos del mismo tipo, ya que depende de cómo se produce ese alimento y los ingredientes que contiene.
Las huellas hídricas nos dicen qué cantidad de los limitados suministros de agua de la Tierra estamos usando, por lo que podemos preguntarnos: ¿cómo podría cada uno de nosotros ahorrar agua haciendo pequeños cambios en los artículos que consumimos?
Las preguntas sugeridas para realizar después de la actividad incluyen las siguientes:
• ¿Qué tipo de alimentos crees que suelen tener una huella hídrica elevada y por qué?
• ¿Qué factores crees que inciden en la huella hídrica de un alimento?
• ¿Por qué las huellas hídricas de artículos similares (por ejemplo, café y té) pueden ser muy diferentes?
• Mira la figura del agua disponible en la Tierra. ¿Qué te dice esto sobre la necesidad de conservar agua en la Tierra?
• Si tuvieras que reducir tu huella hídrica, ¿qué efecto tendría esto en ti y en tu familia?
• Un tercio de la producción mundial de alimentos termina en la basura, como desperdicio. ¿Cómo crees que deberíamos reducir nuestro desperdicio de alimentos para disminuir la cantidad de agua desperdiciada?
Los estudiantes pueden usar internet para responder estas preguntas. En la sección de recursos, al final de este artículo, se muestran páginas web de interés para calcular los valores de la huella hídrica, y también para obtener explicaciones sobre por qué varían.
En esta actividad, los estudiantes investigan la huella hídrica aproximada de seis almuerzos preparados. Pueden usar esta información para pensar (y tal vez cambiar) lo que eligen colocar en el recipiente para llevar sus almuerzos. Los estudiantes pueden trabajar individualmente o en grupos, en forma remota o presencial.
Se provee un recurso docente con valores para cada alimento y cálculos para cada recipiente de almuerzo preparado, pero tenga en cuenta que estos valores no son exactos: se basan en pesos aproximados, y los alimentos de diferentes países usan distintas cantidades de agua que dependen de la materia prima que se necesita para cultivar y cosechar el alimento. Por ello, hay una amplia variación en los valores para el mismo alimento que proviene de distintos orígenes.
Para el seguimiento de esta actividad se sugieren algunas preguntas tales como las indicadas a continuación:
La última pregunta podría usarse como base para una competición entre estudiantes, en la que los éstos votan por la mejor fiambrera: los artículos más apetitosos combinados con una huella hídrica baja.
El agua dulce es un recurso limitado que se distribuye de manera desigual en la Tierra y se ve expuesto a un mayor riesgo por el cambio climático y la creciente población mundial. Este artículo ofrece a los profesores y estudiantes una excelente oportunidad para abordar un problema global crítico mediante actividades sencillas pero estimulantes.
A partir de experiencias cotidianas, como comer y beber, el autor involucra a los estudiantes con un cuestionario sobre la huella hídrica de alimentos y bebidas comunes, lo que los lleva a comprender el consumo de recursos ocultos necesarios para llevar estos productos a nuestra mesa. Luego, a los estudiantes se les presentan varias fiambreras diferentes y se les reta a encontrar una selección de comida sabrosa y sostenible para su propia comida.
Recomiendo esta actividad a los profesores de secundaria interesados en abordar los temas de sostenibilidad de una manera amigable y atractiva, que tiene como objetivo promover elecciones y comportamientos responsables entre sus estudiantes. Además, las actividades se pueden realizar fácilmente en la escuela o de forma remota, ya que solo se requiere una computadora y acceso a Internet.
Giulia Realdon, docente de ciencias naturales e investigadora educativa, Italia
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