El pasto marino, ¡la planta milagrosa! Understand article

¿Sabías que hay plantas con flores que viven en el mar? Las características únicas de los pastos marinos son vitales para la salud de nuestro planeta.

Figura 1: Pradera de pasto marino (Zostera marina)
Imagen cortesía de Fiona Crouch

Vivimos en un planeta azul, más del 70% de la superficie del planeta está cubierta de agua. El océano proporciona a la humanidad oxígeno, alimento y medicinas. Regula el clima, es un modo de transporte clave, alberga una increíble diversidad de especies animales y vegetales, y es un lugar donde podemos divertirnos sobre y bajo las olas. Por desgracia, nuestro océano y sus hábitats están en peligro. A menudo se destacan los arrecifes de coral como un hábitat que necesita protección/restauración, pero los arrecifes sólo se encuentran en aguas tropicales y subtropicales cerca del ecuador. Las praderas de pastos marinos (figura 1) se encuentran por todo el planeta, desde los trópicos hasta el Ártico, junto a las costas de 159 países,[1] pero hasta hace poco el pasto marino ha atraído poca atención.

¿Qué es el pasto marino?

Los pastos marinos no son algas, sino plantas; de hecho, son las únicas plantas con flores que se encuentran en entornos marinos poco profundos, como estuarios, bahías protegidas, y lagunas. Cuando flotas sobre una pradera de pasto marino, con los rayos del sol penetrando en la superficie del agua, se parece mucho a una pradera terrestre (figura 2). La luz solar es importante porque los pastos marinos, al igual que las plantas terrestres, la utilizan para hacer la fotosíntesis, absorbiendo dióxido de carbono para crear oxígeno y energía en forma de azúcar. A diferencia de las praderas terrestres, más diversas, una pradera marina sólo está formada por de una o dos especies de pasto marino, pero alberga una miríada de otras especies, desde pequeños invertebrados, como caracoles y cangrejos, hasta animales más grandes, como tortugas y dugongos.

Figura 2: Izquierda: Pradera de pasto marino. Derecha: Características del paso marino.
Imágenes: Pradera: cortesía de Fiona Crouch. Características: cortesía de Project Seagrass.

El pasto marino tiene rizomas que crecen horizontalmente dentro del sedimento, a partir de los cuales pueden crecer nuevas plantas (reproducción asexual/vegetativa; véase la figura 2), y también producen flores para la reproducción sexual (figura 3).[2,3] Las distintas especies de pasto marino tienen sistemas florales diferentes: algunas, como la hierba de mar (Zostera marina), tienen flores masculinas y femeninas diferenciadas,[4] y otras, como la posidonia (Posidonia oceanica), tienen flores hermafroditas con estructuras tanto masculinas (estambres) como femeninas (carpelos).[5] Igual que en las plantas terrestres, los estambres producen polen, que puede ser transportado por las corrientes acuáticas o los animales marinos[2] ta otras flores para su fecundación, y de las semillas resultantes crecen nuevas plantas. Sin embargo, las semillas son vulnerables a la depredación y están a la merced del entorno marino, así que la reproducción vegetativa a través de rizomas sigue siendo una estrategia importante.[6]

Figura 3: A) Flores masculinas de Z. marina. B) Flores femeninas de Z. marina. C) Flores hermafroditas de P. oceanica.
Imágenes: A: cortesía de Fiona Crouch. B: Susannah Anderson/Flickr, CC BY-NC-ND 2.0. C: Alfiero Brisotto/Flickr, CC BY-NC-SA 2.0.

Una pradera marina establecida, sana y densa proporciona numerosos beneficios a los ecosistemas marinos y a la humanidad, pero las praderas marinas del mundo están amenazadas.

¿A qué se debe el declive mundial de las praderas marinas?

Los pastos marinos han estado en declive desde la década de 1930, cuando una enfermedad debilitante diezmó el 90% de las praderas del Atlántico Norte.[7] Además, en los últimos años, diversos factores de origen humano han reducido la extensión de las praderas marinas en todo el mundo. El desarrollo costero, la contaminación, el dragado, el cambio climático, y la sobrepesca han dañado físicamente o limitado el crecimiento del pasto marino (figura 4).[1,8]

Figura 4: Amenazas para los hábitats de pastos marinos derivadas de la actividad humana
©Seagrass Restoration Handbook; usada con amable autorización

Beneficios del pasto marino para la humanidad

El pasto marino ofrece enormes beneficios a la humanidad.[9] En primer lugar, es un hábitat fundamental para una gran variedad de especies marinas. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés), algunas especies que dependen del pasto marino para obtener alimento y/o refugio están amenazadas, en peligro, o en peligro crítico. Los hipocampos, como el caballito de mar común (figura 5), recorren una pradera marina y se anclan al pasto por la cola. El pasto marino constituye hasta el 90% de la dieta de especies más grandes, como los dugongos, que pasan sus días pastando en ella como una vaca pasta en tierra, de ahí que a veces se los llame “vacas marinas”.

Figura 5: Un caballito de mar común
Imagen cortesía de Fiona Crouch

Las praderas marinas también albergan peces y crustáceos de importancia comercial, lo que resulta irónico teniendo en cuenta que artes de pesca como las redes de arrastre y las dragas destruyen el pasto marino.[1,10,11] Sin embargo, ahora se reconoce el valor del pasto marino como lugar de cría para especies como el bacalao y el abadejo.[1,12] Las praderas proporcionan refugio a los peces juveniles (figura 6), lo que ayuda a mantener poblaciones sanas de especies comercialmente importantes y un ecosistema equilibrado, que a su vez proporciona sustento a poblaciones costeras.

Figura 6: Los alitanes (Scyliorhinus stellaris), una especie de peces gato, son una especie vulnerable que vive en las praderas marinas.
Imagen cortesía de Fiona Crouch

Otros beneficios de las praderas de pasto marino son su importante papel en la reducción de la erosión costera. Una pradera sana puede reducir la energía de las olas y las corrientes,[13] ayudando a proteger a las costas de la erosión. También atrapan sedimento y materia orgánica,[13] lo que puede estabilizar las costas. Las praderas también mejoran la calidad del agua al filtrar nutrientes y contaminantes[13] de la columna de agua, lo que a su vez reduce el impacto de las floraciones de algas nocivas.

A medida que el impacto del cambio climático se hace cada vez más evidente, el valor del pasto marino para capturar y almacenar carbono ha atraído mucha atención en los últimos años. Los pastos marinos, al igual que las marismas, los manglares y los bosques de kelp, son un ecosistema marino que captura carbono, conocido como ‘carbono azul’, lo que las hace esenciales en la lucha contra el cambio climático.[14,15] Las praderas marinas son muy eficaces a la hora de capturar y almacenar carbono de la atmósfera. Durante la fotosíntesis, el pasto marino absorbe dióxido de carbono y lo incorpora en forma de compuestos orgánicos, los cuales almacena en sus tejidos. Esto retira dióxido de carbono del agua, lo que significa que el pasto marino actúa como amortiguador de la acidificación de los océanos. Además, cuando la planta muere y se desprende de sus hojas, esta materia orgánica se hunde al sedimento inferior, donde queda enterrada y almacenada durante largos periodos de tiempo, eliminando el carbono de la atmósfera. El pasto marino puede hacer esto hasta 35 veces más rápido que un bosque tropical,[16,17] por lo que necesitamos urgentemente tomar medidas para proteger las praderas marinas.

Figura 7: Beneficios medioambientales de las praderas marinas
©Seagrass Restoration Handbook; usada con amable autorización

Conservar y restaurar

Ahora reconocemos el valor del pasto marino para la humanidad, especialmente en la lucha contra el cambio climático, lo que ha dado lugar al apoyo y la colaboración internacionales para proteger las praderas existentes reduciendo las presiones y restaurando o plantando nuevas praderas.[1,18,19]

Reducir las presiones requiere innovación, cooperación y políticas. Una mejor gestión del suelo y el tratamiento de aguas residuales mejoran la calidad del agua. La implementación de prácticas pesqueras sostenibles puede reducir la destrucción, y la educación y el diálogo con las comunidades costeras está ayudando a conservar las praderas. La restauración puede suponer un mayor desafío, pero un trabajo pionero en la Bahía de Chesapeake[6] en la costa este de EEUU ha demostrado que es posible restaurar grandes superficies de una especie (Z. marina). En el Mediterráneo hay una serie de proyectos para proteger y restaurar P. oceanica.[16]

Figura 8: Un paisaje marino de pasto marino
Imagen: Dimitris Poursanidis/GRIDA, CC BY-NC-SA 2.0

El programa ‘Reducción y mitigación de la erosión y perturbaciones que afectan al fondo marino’ (ReMEDIES por sus siglas en inglés), financiado por EU LIFE, es el mayor programa de restauración de pasto marino de Inglaterra y su objetivo es restaurar 8 hectáreas de pasto marino para 2024. Se están probando varios métodos en dos sitios seccionados usando modelos de idoneidad del hábitat con semillas recogidas en praderas sanas cercanas. Se espera que, junto con el trabajo realizado en otros proyectos como Project Seagrass, el pasto marino florezca en Reino Unido y Europa y contribuya a la mitigación del cambio climático.

¡Las praderas marinas son un hábitat asombroso, el pasto marino es una planta milagrosa!


References

[1] Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (2020) Un tesoro sumergido: el valor de los pastos marinos para el medio ambiente y las personas. UNEP, Nairobi. ISBN: 978-92-807-3780-6

[2] Un documento informativo sobre el pasto marino: https://ocean.si.edu/ocean-life/plants-algae/seagrass-and-seagrass-beds

[3] El ciclo vital de Z. marina: https://depts.washington.edu/fhl/mb/Zostera_Jess/Life%20History.html

[4] Ficha de datos de Z. marina: https://plants.usda.gov/DocumentLibrary/factsheet/pdf/fs_zoma.pdf

[5] Remizowa MV et al. (2012) Flowers and inflorescences of the seagrass Posidonia (Posidoniaceae, Alismatales) American journal of botany 99: 1592–608. doi: 10.3732/ajb.1200227

[6] Vercaemer BM et al. (2021) Reproductive ecology of Zostera marina L. (eelgrass) across varying environmental conditions. Aquatic botany 175. doi: 10.1016/j.aquabot.2021.103444

[7] de los Santos CB et al. (2019) Recent trend reversal for declining European seagrass meadowsNature Communications 10: 3356. doi:10.1038/s41467-019-11340-4

[8] Waycott M et al. (2009) Accelerating loss of seagrasses across the globe threatens coastal ecosystems. Biological sciences 106: 12377–12381. doi: 10.1073/pnas.0905620106

[9] Informe de la ONU sobre la importancia de los pastos marinos: https://www.unep.org/resources/report/out-blue-value-seagrasses-environment-and-people

[10] Orth RJ et al. (2006) A Global Crisis for Seagrass Ecosystems. BioScience 56: 987–996. doi: 10.1641/0006-3568(2006)56[987:AGCFSE]2.0.CO;2

[11] Evaluación del impacto de las actividades pesqueras actuales y potenciales: https://www.gov.wales/sites/default/files/publications/2022-05/beam-trawl-on-seagrass-special-areas-conservation_0.pdf

[12] Unsworth RKF, Nordlund LM, Cullen-Unsworth LC (2018) Seagrass meadows support global fisheries production. Conservation Letters 12. doi: 10.1111/conl.12566

[13] Nordlund LM et al. (2018) Seagrass ecosystem services – What’s next? Marine Pollution Bulletin 134: 145–151. doi: 10.1016/j.marpolbul.2017.09.014

[14] Barnes DKA (2020) What Is Blue Carbon and Why Is It Important? Frontiers for Young Minds 8: 154. doi: 10.3389/frym.2019.00154

[15] Mcleod E et al. (2011) A blueprint for blue carbon: toward an improved understanding of the role of vegetated coastal habitats in sequestering CO2. Frontiers in Ecology and the Environment 9: 552–560. doi: 10.1890/110004

[16] Lee sobre pastos marinos en la página web de la WWF: www.wwf.org.uk/what-we-do/planting-hope-how-seagrass-can-tackle-climate-change

[17] Aydin O et al. (2022) Conservation planning implications of modeling seagrass habitats with sparse absence data: a balanced random forest approach. Journal of Coastal Conservation 26. doi: 10.1007/s11852-022-00868-1

[18] Cullen-Unsworth LC, Unsworth RKF (2016) Strategies to enhance the resilience of the world’s seagrass meadows. Journal of Applied Ecology 53: 967–972. doi: 10.1111/1365-2664.12637

[19] Unsworth RKF et al. (2022) The planetary role of seagrass conservation. Science 377: 609–613. doi: 10.1126/science.abq6923

Resources

Author(s)

Fiona Crouch lleva trabajando en conservación y educación marina más de 30 años. Es co-fundadora de la Asociación Europea de Educadores en Ciencia Marina (EMSEA) y gestionó el proyecto Life Recreation ReMEDIES para Natural England durante 3 años.

 

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