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Actividad 1: Investiga la densidad del agua y la estratificación (Word)
Actividad 1: Investiga la densidad del agua y la estratificación (Pdf)
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Traducido por José L. Cebollada. Al contrario de lo que comúnmente se piensa, ni las aguas profundas de los océanos ni los seres vivos que las habitan, no son nada tranquilos. Vamos a usar una pecera como modelo para estudiar la física de las olas.
Una de las mayores preocupaciones, cuando pensamos en el cambio climático son las corrientes oceánicas como la del Golfo. Los cambios en su trayectoria afectan a los sistemas acuáticos que dependen de ella. Pero primero debemos comprender por qué se crearon esas corrientes?
Parte de la respuesta es la gravedad. La gravedad actúa sobre las masas de agua de diferente densidad y, junto con la rotación de la Tierra y los vientos, producen fuerzas y corrientes en los océanos. Esos procesos no sólo tienen un impacto sobre el clima, también ejercen gran influencia sobre los entornos habitados por organismos marinos.
Por eso, cualquier estudiante de oceanografía necesita comprender bien estos procesos. Hace unos años un grupo universitario de oceanógrafos de Maine, EE.UU. se dieron cuenta de que los estudiantes de Ciencias del Mar no daban mucha importancia a los conceptos físicos y se centraban en la biología. Por eso decidieron elaborar un recurso para convencer a los estudiantes de que los océanos son un lugar de lo más interesante para aprender física. Este artículo está basado en ese recurso (Karp-Boss et al., 2009), que se centra en los conceptos claves de la física que también lo son en la oceanografía y constituye un interesante ejemplo de aplicación de la física en un contexto medioambiental.
Los estudiantes aprenden mejor cuando toman parte activa, por eso este e recurso contiene una serie de actividades para motivar a los alumnos y poner a prueba sus ideas. Aquí se presentan dos actividades probadas con éxito con estudiantes de oceanografía: una centrada en la densidad y otra en las olas. Las dos son adecuadas para alumnos de secundaria de cualquier edad (11-19 años).
La primera actividad muestra que la estratificación se produce por diferencias de densidad debidas a la temperatura o a la salinidad. La segunda, analiza las olas usando conceptos de frecuencia natural de oscilación y resonancia. Para las dos actividades hay que preparar el material antes de la clase; los alumnos necesitará unos 30 minutos por actividad (y usarán las hojas de trabajo que se pueden descargar desde la web de Science in Schoolw1). La parte final se dedica a recoger los resultados y discutirlos.
La densidad es una propiedad fundamental de la material. Representa la masa por unidad de volumen de un material, es decir, cuánta masa hay en un determinado volumen. En oceanografía se utiliza la densidad para caracterizar las masas de agua y estudiar la circulación oceánica. Muchos procesos se deben a diferencias de densidad, como por ejemplo la circulación oceánica a gran escala o los flujos de carbono generado por partículas que se sumergen desde la superficie a aguas profundas.
Mientras que la densidad del agua varía desde los 998 kg/m3 del agua a temperatura ambiente hasta los 1250 kg/m3 en los lagos salados, las aguas oceánicas fluctúan en un rango menor de densidades (1020–1030 kg/m3). Cuando aumenta la concentración de sal por evaporación o por formación de hielo, la densidad aumenta. A altas temperaturas disminuye la densidad y a bajas, aumenta.
La densidad de las aguas oceánicas aumenta con la profundidad, pero no de manera uniforme sino que el agua forma capas de diferentes densidades (figura 1).
Esta estratificación actúa como barrera para el intercambio de nutrientes y gases entre la capa superior, que recibe luz solar y donde prolifera el fitoplancton y las aguas profundas, ricas en nutrientes. La mezcla de estas capas estratificadas requiere energía: piensa en el trabajo que tienes que hacer para mezclar en aceite y el vinagre de un frasco para aliñar ensaladas. Así que si no hay una intensa mezcla debida a olas que rompen o al viento, el fitoplancton de la superficie se quedará sin nutrientes.
Cuando pensamos en el mar, lo primero que nos viene a la mente son las olas, no la densidad. Las olas están por todas partes: en el océano, en los lagos y por supuesto en las playas. Las más temidas por su efecto destructivo son los tsunamis.
La mayoría de estas ondas son lo que los físicos llaman, ondas de superficie. Pero también hay ondas internas que aparecen entre capas de diferente densidad en el agua. Las ondas internas del océano rompen las capas de agua y liberan los nutrientes que contienen.
Las olas que se crean cuando se ejerce una fuerza durante un interval de tiempo (por ejemplo, cuando pasa una tormenta) varían en función de la geometría de lugar (un lago o una bahía). Las olas son los ‘modos naturales’ de vibración como los de un instrumento, que genera una determinada frecuencia en función de la longitud de la cuerda o de la columna de aire. Este fenómeno se llama resonancia.
En oceanografía, existe otro fenómeno llamado seiche (pronunciado ‘seish’; una palabra del francés antiguo que significa ‘mecer’). Sucede cuando se genera una onda en una volumen de agua que se encuentra parcialmente encerrado y es más un desplazamiento de masa de un lado a otro más que una marea. Por ejemplo, la seiche adriática, que tiene un periodo de 21’5 horas se asocia con inundaciones grandes en Venecia, Italia. Se han observado seiches naturales en el lago Ginebra y en el Mar Báltico.
Longitud del recipiente (m) / tiempo (s) = velocidad de la onda (m/s)
La energía interna de las ondas internas suele ser menor que la de las olas de superficie. Se debe a que la fuerza recuperadora –gravedad- es menor en las ondas internas, pues la diferencia de densidades es muy pequeña entre capas (comparada con la diferencia entre el aire y el agua en las olas de superficie). Esta menor energía significa que en un recipiente (o en una bahía) de un determinado tamaño, la frecuencia natural de las ondas internas también será menor que la de las olas de superficie.
Los fluidos estratificados propician, además de las olas de superficie, ondas internas; en los líquidos con dos capas, las olas se generan en la interfaz entre capas. El periodo es notablemente mayor que en las olas de superficie y sus amplitudes también son mayores. Cuando producimos una perturbación en un fluido en dos capas, se generan muchas ondas al principio pero sólo permanecerán las aquellas que encajen (entren en resonancia) con la geometría del recipiente. Si ponemos una pieza de plástico en un extremo del recipiente, en el fondo, simulando la profundidad creciente que hay en la orilla del mar, hace que las olas rompan, igual que en la playa, pero la ruptura de las olas sucede bajo la superficie.
Este artículo se basa en un trabajo realizado en la organización COSEE (Center for Ocean Sciences Education Excellence) por los oceanógrafos Lee Karp-Boss, Emmanuel Boss, Herman Weller, James Loftin y Jennifer Albright (Karp-Boss et al., 2009).
Aquí puedes ver videos que muestran la actividad 1: densidad del agua y estratificación y la actividad 2: ondas internas.
Denny MW (1993) Air and Water: The Biology and Physics of Life’s Media. Princeton, NJ, USA: Princeton University Press
Denny M (2007) How the Ocean Works: An Introduction to Oceanography. Princeton, NJ, USA: Princeton University Press
La física se suele ver alejada de la vida diaria, lo que provoca el desinterés de muchos estudiantes ante la asignatura. Este artículo utiliza la oceanografía para poner en contexto conceptos físicos y tratar de aumentar el interés de los estudiantes. Puede usarse tanto en clase de física como en biología, sobre todo al estudiar los mares y océanos.
Las dos actividades pueden mostrarse como experimento de cátedra o ser realizadas por los alumnos. Se pueden usar antes de explicar los conceptos físicos (para hacer que los estudiantes piensen en ellos) o después. Al final del artículo hay otros ejercicios de oceanografía que pueden servir para enseñar física a alumnos de 12 a 18 años.
Por último, el texto puede ayudar a los estudiantes a comprender que disciplinas científicas aparentemente separadas están relacionadas. Por ejemplo, para entender los efectos ambientales en la vida marina necesitamos conceptos de la física (también de la química y la geología).
Mireia Güell Serra, España