Alan Leshner: en la frontera entre ciencia y sociedad Inspire article

Traducido por Maria Chueca. El Dr. Alan Leshner, director ejecutivo de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS) y editor ejecutivo de la prestigiosa revista Science, habla con Marlene Rau y Sonia Furtado sobre su variada carrera y nos muestra su punto de vista en relación a…

Dr Alan Leshner
Imagen cortesía de AAAS

Alan Leshner comenzó su carrera como neurólogo en un momento en que la neurociencia todavía caía bajo el paraguas de la psicología. «Como a mucha gente le pasa,» dice, «me convertí en un científico gracias a mi tutor. Siempre estuve genuinamente interesado en la ciencia y pensaba que iba a ser médico. Pero en la universidad empecé a hacer algunas investigaciones con uno de mis profesores de psicología y me enamoré del proceso de la investigación científica. Así que en lugar de inscribirme en la escuela de medicina después de mi grado, me dediqué a la neurociencia.

A finales de 1960 no existía algo tal como un neurocientífico. Si estabas interesado en el cerebro, o en la relación entre biología y comportamiento, entrabas en psicología. Sin embargo, yo formé parte de la primera generación de estudiantes de doctorado que fueron educados tanto en psicología como en fisiología y, en mi caso, también en endocrinología.”

Cuando se le pregunta por el aspecto más interesante de su investigación científica, el Dr. Leshner es reticente – él más bien preferiría hablar de la amplitud del ámbito de su investigación antes que centrarse en un detalle particular: Me pasé doce años como científico de laboratorio, por lo que no hay nada destacable, sin embargo, como muchas personas, estoy interesado en las grandes custiones globales sobre la naturaleza de la relación entre biología y comportamiento. Lo que hice fue abordarlo a través de una pregunta inusual. Mientras la mayoría de la gente se preguntaba “¿cómo hace el cerebro para generar una mente?” yo estaba interesado en cómo otros sistemas biológicos pueden modificar o afectar al comportamiento, por eso me interesé en las hormonas. Pero no me centré en el área de interés tradicional (hormonas sexuales y comportamiento sexual) sino en la función de las hormonas en el control de lo que entonces se denominaba comportamientos regulatorios: particularmente en la influencia de las hormonas de la glándula adrenal en el comportamiento agresivo frente al comportamiento sumiso, y en lo que se denominó tensión premenstrual y en cómo las hormonas podían estar implicadas en ello.”

Autor de un libro de texto sobre hormonas y comportamiento (Leshner, 1978), el Dr. Leshner no cree que el conocimiento actual sobre el comportamiento pueda dar grandes pistas sobre cómo manejar una clase, pero sí cree que puede ser un recurso muy útil para ayudar a los jóvenes interesados en la ciencia. “Existe una gran cantidad de literatura sobre biología del comportamiento que puede ser a la vez apasionante e inspiradora para los jóvenes”, dice.

“Como es lógico, mucha gente joven está interesada en sus propias hormonas y en los efectos que producen. Además, la mayoría de las personas se sienten intrigadas por su mente y su propio comportamiento. Si les puedes dar ideas sobre los fenómenos que les afectan es una buena manera de engancharlos a la ciencia en general. Soy aficionado a decir que muchas personas están interesadas en su cerebro porque están interesadas en su mente. Esto hace que el estudio del cerebro sea fascinante, porque la gente piensa que les va a dar acceso a su mente, a su interior, a su individualidad.”

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¿Sobre la diferencia entre mente y cerebro? A pesar de lo que piensa mucha gente, los científicos tienen claro que no hay ninguna. Dr. Leshner dice: “Dentro de la comunidad científica ya no es ninguna cuestión. Puede que lo sea en la sociedad en general, pero los científicos estamos de acuerdo en que tu mente no está flotando alrededor de tu cuerpo o de tu hígado – está en tu cabeza. No tienes una mente y un cerebro separados. Esto no significa que no tengas una mente o que no experimentes tu propia consciencia, pero el mecanismo que la genera está en la masa blanda y espesa que está dentro de esa cosa dura que tienes sobre tus hombros. Es difícil de aceptar para la gente, pero es lo que hemos aprendido a lo largo de los últimos cincuenta años.”

Aunque aún sigue interesado en estos temas, la carrera del Dr. Leshner se ha alejado del laboratorio. ¿Cómo pasó de investigar sobre el comportamiento a trabajar en política de la ciencia? “Bueno, me lo pidieron” responde. “Siempre he estado interesado en la relación entre biología y temas como enfermedades mentales, humores y emociones. Por eso my investigación estaba muy centrada, yo siempre estuve interesado en el tipo de amplias cuestiones que pueden interesar a la sociedad en general. Me pidieron que trabajara para la National Science Foundationw1 durante un año, en una vacante de su programa de puestos rotativos. En estos trabajos te dedicas a conceder becas, y yo lo hice en un programa denominado “psicobiología”. Mientras estaba allí me involucré en otros proyectos más relacionado con política y me pidieron que me quedara un año más para trabajar en un gran informe sobre política científica llamado “Perspectiva de cinco años en ciencia y tecnología”. Me gustó y me pidieron que me quedara un año más. Mantenía mi contrato con la universidad de Bucknell w2, de forma que continué con mi laboratorio durante ese tiempo. Entonces, por casualidad, me invitaron a una reunión sobre una nueva comisión de educación científica que el National Science Boardw3 estaba fundando en la National Science Foundation. Me preguntaron sí querría trabajar en el personal y me convertí en el subdirector de esa comisión. Así que pasé dos años trabajando sobre la enseñanza de la ciencia en los niveles de escuela elemental y secundaria. Tuve ocho trabajos en nueve años en la National Science Foundation”, admite Alan Leshner. “Pero estaban bien,” añade. “Cada trabajo fue mejor que el anterior.”

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“Más tarde, me pidieron que fuera subdirector del Instituto Nacional de Salud Mentalw4, en los Institutos Nacionales de Salud. Lo hice durante dos años, entonces el director cesó y pasé a ser director en funciones del instituto durante dos años más. A continuación me preguntaron si querría ser el director del National Institute on Drug Abuse (NIDA)w5, también en los Institutos Nacionales de Salud. Y pensé: “Oh, este es un reto interesante. No existe ciencia en la manera en que la sociedad trata el consumo y la adicción a las drogas y puedo hacer algo sobre ello.” Así que fui el director del NIDA durante casi ocho años. Pero como todo vuelve a su punto de partida, me preguntaron si deseaba volver a mis más amplias raíces científicas y trabajar en AAASw6 y la revista Sciencew7. Me dí cuenta de que había hecho todo lo que podía sobre el abuso de drogas, y de que quizá tendría un efecto más amplio en la relación ciencia-sociedad viniendo a AAAS y así es como llegué hasta aquí.

Verdaderamente toda mi carrera ha sido una casualidad. Fui afortunado: mis padres no creyeron esencial que yo tuviera un plan.”

Su interés latente en el punto de contacto entre ciencia y sociedad entró en acción cuando estuvo en el Instituto Nacional de Salud Mental, cuenta el Dr. Leshner. “En aquel entonces, las universidades e institutos enseñaban que enfermedades como la esquizofrenia eran causadas por experiencias parentales tempranas. Ya sabéis, empleábamos términos como “padres nevera” o “madres esquizofrenogénicas” – madres que inducían la esquizofrenia. Estaba en una habitación con cuatro personas cuando decidimos que debíamos explicar al mundo que la esquizofrenia era una enfermedad del cerebro. Entonces montamos una gran campaña de información pública junto con un grupo de pacientes llamada “La alianza nacional para la enfermedad mental”. Utilizamos la ciencia con éxito para cambiar el entendimiento del público sobre la enfermedad mental, de manera que si tú ahora dices “madres esquizofrenogénicas», todos se reirán. Si tú dices que tu madre te hizo esquizofrénico la gente pensará que es un chiste; todo el mundo sabe que es una enfermedad mental. En fín, teníamos que comunicárselo al mundo, usando la ciencia.»

Una paciente de
esquizofrenia nos ofrece una
incursión en su mente
gracias a una tela que ella ha
decorado, expuesta en el
Museo Glore Psychiatric, St
Joseph, Missouri, USA

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cometstarmoon; fuente de la
imagen: Wikimedia Commons

En AAAS, ahora Alan Leshner va más allá de su campo de interés inicial hacia tensiones más generales entre ciencia y sociedad. “La conexión entre ciencia y el resto de la sociedad es algo frágil en estos días”, dice. “Es frágil en parte porque la gente no entiende qué es y qué no es ciencia, y en parte porque la ciencia está invadiendo áreas de valores humanos esenciales, como quién somos. Hay otro tipo de temas que tienen ramificaciones políticas o económicas, como qué hacer sobre el calentamiento global. Tenemos mucho trabajo por hacer en colocar a ciencia y sociedad en la misma página y en que vayan en la misma dirección.»

Sin embargo, Leshner tiene las ideas bastante claras sobre cómo se puede reforzar esta conexión: “Creo en un compromiso público con la ciencia: diálogo, comunicación, haciendo a los científicos y el resto del público trabajar juntos en temas comunes, escuchándose mutuamente. Una de las cosas más difíciles de conseguir es hacer que los científicos escuchen al público, pero cada vez que lo hacen se benefician formidablemente de ello.”

El Dr. Leshner cree que educar al público es de máxima inportancia, preferiblemente a una edad temprana, pero que los retos a que se enfrentan los sistemas educativos actuales son muy similares a los que se encontró mientras trabajaba en la comisión de educación científica en la National Science Foundation. “Creo que los problemas que había entonces eran prácticamente los mismos que hay ahora, y eso es muy desalentador. No hemos hecho un gran progreso. Por ejemplo, todavía no estamos de acuerdo sobre los estándares y objetivos que queremos enseñar en los diferentes niveles preescolares de ciencia, matemáticas y tecnología.

“Y yo creo que el único gran problema es que en los EEUU no pagamos a los maestros lo suficiente para mantenerlos en el sector. Los mejores y más brillantes profesores de ciencias a menudo se cansan tanto de la burocracia de nuestro sistema educativo como de la nefasta remuneración.

“De esta manera, después de haber enseñado durante un tiempo, sienten la necesidad de cambiar de campo. Creo que hasta que las naciones del mundo no reconozcan y respeten a los maestros por la tarea tan difícil e importante que realizan, nunca resolveremos los llamados problemas de educación de la ciencia. Realmente pienso que si los maestros fueran remunerados de manera razonable, enseñar en secundaria o incluso en escuelas elementales sería visto como una opción de carrera sumamente productiva.

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«En ningún sitio está escrito que los científicos tengan que trabajar en el laboratorio. La preparación científica se puede usar en una amplia variedad de sentidos y la enseñanza está entre las cosas más nobles que puedas hacer en el mundo. Por eso alabo a las personas que eligen utilizar su educación científica para ser profesores. Simplemente pienso que es muy difícil conseguir que lo hagan.”

El hombre que una vez dijo: “La gente respeta la ciencia y la tecnología pero no tiene ni idea de qué es la ciencia” cree que la escuela puede jugar un papel fundamental en cambiar el estado de las cosas. “No puedes enseñar ciencia en el vacío, pero si no te centras en la naturaleza de la empresa, te quedas perdido en los detalles. Así que tienes que encontrar el modo de hacer las dos cosas. Una manera es empezar planteando un asunto social, como el calentamiento global, y entonces preguntar ¿cómo lo descubrió la ciencia?, ¿cómo sabemos que la tierra se está calentando? No es simplemente porque lo pone en el gráfico. Es todo un proceso a través del cual hemos avanzado en el conocimiento.

“Puedes enseñar el gráfico o bien enseñar el proceso de genererar y entender el gráfico – y de entender un mal gráfico – ya sabes, lo cual hace a algo verdadero o falso para la ciencia. Entonces la gente puede discriminar mejor entre lo que es y lo que no es ciencia. La aserción de que astrología, homeopatía o creacionismo son científicos debería depender de la habilidad de cada uno en probar que usan metodología científica, en que los resultados son reproducibles y en que los descubrimientos son observables: los criterios normales que hacen a algo científico. El hecho de que tres científicos crean en algo no lo hace científico.”
Finalmente, después de haber estado en tantos puestos diferentes y haber estado involucrado en tantas áreas diversas, ¿qué le gustaría hacer a continuación a Alan Leshner? “ Oh, a mí me gusta esto. Creo que representar a la comunidad científica es una noble tarea y cualquier cosa que pueda hacer para ayudar a que la relación entre ciencia y sociedad sea fluida es muy provechoso. Mi mayor interés está en el punto de contacto entre ciencia y sociedad, y ¿qué mejor manera para trabajar en ello que ser la cabeza de una organización cuya misión está en hacer avanzar a la ciencia y en servir a la sociedad?”


References

  • Leshner A (1978) An Introduction to Behavioral Endocrinology. Oxford, UK: Oxford University Press. ISBN: 9780195022667

Web References

  • w1 – Para más información sobre la Fundación Nacional de Ciencia de los EEUU, ver: www.nsf.gov
  • w2 – Para saber más sobre la Universidad de Bucknell, EEUU, ver: www.bucknell.edu
  • w3 – Encuentra más sobre el Panel Nacional de Ciencia de EEUU en su página web: www.nsf.gov/nsb
  • w4 – Aprende más sobre el Instituto Nacional de Salud Mental en los Institutos Nacionales de Salud de EEUU aquí: www.nimh.nih.gov
  • w5 – Para más información sobre el Instituto Nacional para el Abuso de Drogas (NIDA), ver: www.nida.nih.gov
  • El NIDA también proporciona material didáctico sobre neurociencia y abuso de drogas en Ingés y en Español: www.drugabuse.gov/parent-teacher.html
  • w6 – Encuentra más sobre la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS) aquí: www.aaas.org
  • w7 – Puedes encontrar la página web de la revista Science aquí: www.sciencemag.org

Resources

  • Para un artículo sobre el rol de una hormona en particular, la oxyntomodulina, sobre los hábitos alimenticios, ver:Wynne K, Bloom S (2007) Oxintomodulina: ¿una nueva terapia contra la obesidad? Science in School 6. www.scienceinschool.org/2007/issue6/oxyntomodulin/spanish
  • Para saber más sobre Euroscience, la contraparte europea de la AAAS, y sus actividades, ver: www.euroscience.org

Author(s)

Sonia Furtado nació en Londres y se trasladó a Portugal a los tres años. Mientras estudiaba zoología en la universidad de Lisboa trabajón en el departamento de educación del Zoo de Lisboa: allí descubrió que lo que realmente le gustaba es hablar a la gente sobre ciencia. Entonces se fue ha hacer un Master en Comunicación Científica en el Colegio Imperial de Londres y ahora está trabajando en la oficina de prensa del Laboratorio de Biología Molecular (EMBL) en Heidelberg, Alemania.

Marlene Rau nació en Alemania y creció en España. Después de obtener un Doctorado en biología del desarrollo en el Laboratorio Europeo de Biología molecular de Heidelberg, Alemania, estudió periodismo y se dedicó a la comunicación de la ciencia. Desde el 2008 ha sido la editora de Science in School.

Review

Este artículo sobre una carrera atípica en ciencia se puede usar para discutir asuntos científicos y de sociedad en clase, incluyendo: ¿Están bien remunerados los profesores? ¿Crees que es importante que la gente sepa lo que es y lo que no es ciencia? ¿Cuáles son los asuntos científicos que tienen consecuencias morales, políticas o económicas?

Halina Stanley, Francia

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